Podemos decir que la comedia peruana pasa por una crisis en la que el ámbito comercial prima por sobre las buenas historias y los guiones de lujo. Sin embargo, no todo es lamentable en el cine peruano y hay una luz al final del túnel. Esa es No me digas solterona 2, una comedia que desde su primera entrega demostró que no se necesita de la vulgaridad ni facilísimos para sobresalir.

Esta película protagonizada por la magnífica Patricia Barreto, con las actuaciones Andrés Salas, Angélica Aragón, Marisa Minetti, Marisol Aguirre, Maricarmen Marín, entre otros, llega nuevamente para romperla en taquilla y tiene todo para trascender en la cartelera peruana.

La película no necesita grandes efectos especiales, ni mucho menos millonadas en presupuesto, con la creatividad y buena producción se ha logrado muchísimo. Y es que esta película lleva dos años en el baúl de Ani Alva Helfer esperando a ser estrenada y, finalmente, el momento ha llegado.

Esta vez Patricia, interpretada por Patricia Barreto, tiene un nuevo conflicto. Ya bordeando casi los 40 las preocupaciones de una mujer de su edad empiezan a bombardearla, sumado a los tratos hostiles de la sociedad, los logros personales de sus amigas, los cambios en su trabajo, la sobreprotección de su madre, y la relación con su mejor amigo (interpretado por el talentoso Andrés Salas) desencadenan un sin fin de problemas. Los cuales llevan a la protagonista a concluir que, si no puede cambiar algo, debe convivir con ello dignamente sin perder su brillo.

A partir de esta premisa vemos cómo el transcurso de la película está cargado de situaciones hilarantes, gags de internet, memes y diversos momentos que nos hacen explotar de risa a más no poder.

Esta película es divertida, pero tambien carga un mensaje muy poderoso sobre el empoderamiento y la libertad que hoy en día las mujeres, o al menos la mayoría de ellas, están empezando a explorar. El sentido de ser una solterona cada vez pierde más peso, por lo que, ahora, gracias a este tipo de películas, ser solterona está de moda y esta muy bien, se celebra y se aplaude.

La directora Ani Alva concluye la película dedicándosela a las almas libres y, sobretodo, a disfrutar las cosas simples de la vida. Aquellas que cuando éramos niños eran lo mejor que nos podía pasar; como ir a comer helado.

Todo fluye con normalidad en esta película que, por cierto, es la primera comedia buena en estrenarse después de cierre de las salas en todo el país. Queda claro que el éxito del cine peruano no solo depende de una fotografía publicitaria excelente o de caras lindas, sino también de un buen guión y actores apasionados que estén dispuestos a hacer estas historias realidad.

La película se estrena este jueves 14 de abril. No te la pierdas, está buena.