El siguiente caso de Hercule Poirot ocurrirá en el río Nilo durante una luna de miel que termina de manera trágica.

Tuvimos dos recientes películas basadas en las reconocidas obras de Agatha Christie y que fueron protagonizadas y dirigidas por el nominado al Óscar, Kenneth Branagh, como lo son «Asesinato en el Expreso de Oriente» y la más reciente «Muerte en el Nilo».

Antes de mirar «Muerte en el Nilo» tuve que ver su antecesora «Asesinato en el Expreso de Oriente» para tener una base sobre el filme que veré en la pantalla grande, agregando que nunca eché un ojo a este filme salvo por algunas recomendaciones, y ha sido una película decente contando con un gran elenco, gran calidad visual, pero con una narrativa que no me convenció mucho. Con toda la sensación que me dejó la película del 2017 al fin podré ver sin problemas la nueva película de Kenneth Branagh.

Al terminar de ver «Muerte en el Nilo», me generó una sensación bastante indiferente; es decir, no era mala película y ni siquiera era una «tragedia cinematográfica», pero tampoco era un buen filme o era la gran cosa. La película tiene su gracia al momento de iniciar con el misterio tras un largo primer acto y nos da a un Hercule Poirot. interpretado por Kenneth Branagh. que carga el peso no solo durante el desarrollo del fatídico destino de la hermosa Linnet Ridgeway cuyo resultado levanta el filme, sino que también hace lo mismo con toda la película a tal grado que te empatices más con él, y alguno que otro miembro del elenco del largometraje como Annette Bening, hasta cierto punto.

Y hablando del cast de «Muerte en el Nilo», la mayoría del elenco no tuvo el carisma que ha ofrecido su antecesora. No digo que el elenco sea uno de alto calibre porque bajo esa lógica «Asesinato en el Expreso de Oriente» sería un peliculón, cosa que en realidad no ha sido. Lo que quiero decir al respecto era que gran parte de los actores de la película recién estrenada fue más difícil empatizar con ellos que los actores del filme de 2017, ya sea con los novios (Gal Gadot y Armie Hammer), con Emma Mackey cuyo personaje resultó bastante caricaturesco y los demás invitados a la luna de miel de la pareja en mención.

Otro problema del filme ha sido lo largo que fue el primer acto incluyendo el flashback. Iniciar mediante un flashback en blanco y negro no es mala idea siempre y cuando afecte a la película o personaje y en este caso no ha sido mucha influencia salvo contarnos sobre el bigote de Poirot, pero aquí no cae lo malo de «Muerte en el Nilo».

El gran inconveniente viene después, cuando el principal foco llega a ser la pareja (Gal Gadot y Armie Hammer), debido a su gran tiempo de duración, ya sea la boda y luna de miel, causando cierta pérdida de identidad al filme de Kenneth Branagh; es decir, parece que estabas viendo otra película que no tenga nada que ver con el misterio, y después vendría los sucesos que levantarían al largometraje.

Para terminar con la reseña de «Muerte en el Nilo», simplemente concluyo que tuvo sus mejores momentos gracias a Hercule Poirot, ya sea durante toda la película o durante la fatídica luna de miel que levanta al filme y, por lo tanto, genera lo bueno del largometraje; sin embargo, tuvo sus defectos como su largo primer acto y lo costoso que fue empatizar con varios miembros del elenco, resultando una película indiferente.

«Muerte en el Nilo», cuyo director y protagonista es Kenneth Branagh, ya se encuentra en nuestros cines desde el 10 de febrero.