Por Christian Roque – Ceo de Infamous Gaming

El mercado gamer latinoamericano viene creciendo considerablemente, generando 3,5 millones en ingresos a través del gasto del consumidor en 2021. En Perú, ha tenido un crecimiento importante en los últimos años, convirtiéndose en una industria que produce buenos jugadores, torneos y una gran competitividad; solo en Dota el país se posiciona en el primer puesto de la región.

A pesar de que la pandemia también afectó al rubro, los equipos han continuado participando en diversas competencias, y esta etapa ha servido para fortalecer lo que realmente importa en el Dota competitivo: el desarrollo de la habilidad de sus competidores y un buen estado mental para afrontar grandes competencias.

Durante esta etapa de adaptación, el equipo peruano “Infamous” ha apostado por preparar y liberar a diferentes jugadores, dándonos una perspectiva interesante de este nuevo grupo de jugadores, debido a los resultados de algunos torneos en los que se viene participado. Si bien este año ha sido más duro en cuanto a competencias, se han logrado victorias importantes, como el primer puesto en la Movistar LPG y el segundo lugar en la BTS Américas.

En definitiva, el mercado de juegos ya es un boom en los últimos tiempos. El 58% de la población en línea de América Latina se conectan a juegos móviles y, solo en Brasil, 88,4 millones de jugadores ayudarán al mercado brasileño de juegos móviles a generar más de mil millones de dólares este año. Esto muestra una gran oportunidad para explotar este nuevo mercado de juegos que se viene desarrollando.

¿Qué es lo que falta para impulsar es segmento gaming? Hoy, el reto no solo es la falta de inversión hay desafíos políticos y regulatorios, la tecnología 5G, que aportaría enormemente a este mercado, tiene un impacto más lento frente al mayor crecimiento de la población en línea y los usuarios de teléfonos inteligentes. En mercados pequeños como Perú, Colombia y Chile, este proceso de mejora será mucho más lento, pero si se consolida, traerá más oportunidades para los desarrolladores independientes más pequeños y el desarrollo de eventos gaming.

Lo que no se puede negar es que los esports han crecido de forma exponencial en su relación con las marcas, que ven en este rubro un escaparate privilegiado para estar cerca de una parte de la población más joven. Un colectivo, por otra parte, que presenta determinadas características particulares comparado con otras generaciones: menor span de atención, multi-conectados, más digitales que “físicos”, y con menor nivel de fidelidad y continuidad a las marcas. Todo un nicho que, si bien es cierto, falta explorar, crece exponencialmente cada año.

Christian Roque