La seguridad y conectividad empresarial aportan a la productividad de una organización por lo que representan desafíos importantes por atender.
A puertas de cumplir dos años del inicio de la crisis sanitaria en nuestro país, se continúa hablando sobre la gran cantidad de cambios que se fueron dando durante esta etapa, donde el uso de las redes de datos y la conectividad, fueron los protagonistas de la “nueva normalidad”, que hasta hoy venimos atravesando y que presenta constantes índices en el crecimiento de su consumo.
Según la edición 2022 del informe “Digital 2022”, realizado por We Are Social y Hootsuite, señala que el número de usuarios de internet en el mundo alcanzó los 4,950 millones de personas, lo que representa al 62,5% de la población mundial (7.910 millones de personas). Esta tendencia, se ha generado, principalmente, debido al confinamiento, el teletrabajo y la necesidad de comunicarnos a través del internet. Sin ir muy lejos, en Perú, a mediados del 2021, un 73% de trabajadores laboraba entre 1 y 5 horas más a diario, bajo la modalidad remota (“Barómetro Edenred Perú 2021: La situación laboral a un año de la pandemia”).
Puede que el internet haya aliviado la gestión a distancia. No obstante, las organizaciones se han visto enfrentadas por ciertos desafíos en lo que a seguridad y conectividad se refiere. Algunas de las empresas no tienen claridad frente a las brechas de seguridad o vulnerabilidades que existen, por lo que es necesario hacer un análisis de cuáles son los potenciales riesgos, y un plan de recuperación ante algún tipo de fuga de información confidencial.
En estos casos, Karín Cárdenas, Business Account Manager de D-Link Perú, empresa de origen taiwanés con más de 34 años en el negocio de TI, recomienda contar con redes de calidad de configuración remota, que permitan actualizarse, permanentemente, no solo con la ayuda de los técnicos de planta, sino asistidos por los fabricantes mediante aplicaciones en nubes públicas o privadas, es vital, ya que aportan muchísimo a la seguridad empresarial.
Pero también es fundamental tener conocimientos acerca de los procesos de la organización misma, de cómo las tecnologías interactúan con los colaboradores, y cuál es su nivel de educación en aspectos de seguridad, de tal manera que se genera un trabajo conjunto.
Otro de los principales retos a atender para este año, es la capacidad de cobertura o conectividad. Aunque la mayoría de los sistemas están en una etapa de madurez, dar la cobertura suficiente a todos los colaboradores y oficinas, escuelas y estudiantes, o comercios y clientes, sigue siendo una labor complicada para muchas organizaciones.
Sin embargo, “es crucial que las empresas tengan la capacidad de garantizar este aspecto, ya que aporta al trabajo y a sus procesos colaborativos, los cuales son necesarios en la operación de una empresa, ya sea presencial, remota o híbrida, de tal forma que se puedan dar correctamente y sin cortes. Una organización capaz de asegurar una buena conectividad, logrará altos niveles de productividad y mayor eficiencia”, agrega la experta de D-Link Perú.
Frente a ello, a industria tecnológica presenta importantes avances que ayudan a las empresas a enfrentar los desafiantes escenarios mencionados, tal es el caso de la llegada de nuevas tecnologías de mayor velocidad de conexión a Internet, tales como aplicaciones de fibra óptica para banda ancha fija, la tecnología 5G para banda ancha móvil, el Wi-Fi 6 de conectividad empresarial inalámbrica, o redes de alta velocidad como el 10G o Multigigabit.
Incluso, a causa de la llegada del Internet de las Cosas (IoT), el control de los dispositivos se hace cada vez más complejo, “En D-link entendemos que las redes son cada vez más amplias y extendidas por eso su gestión segura es cada vez más complicada para los usuarios, por eso ya estamos integrando en nuestros productos de hogar la gestión de redes en base a la inteligencia artificial (IA), nuestra idea es extender este mismo tipo de soluciones a equipos de comunicación empresarial, para así mejorar los estándares de seguridad y lograr, también, que las redes corporativas puedan adaptarse de forma dinámica a la realidad actual y cambiante que afecta a las propias redes y las de sus usuarios” Finaliza Cárdenas.
